Dolor pelviano

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Cuadro muy frecuente, sobre todo en las mujeres, que puede ser originado a partir de órganos genitales o no. La elevada frecuencia con la que se lo observa en las mujeres con respecto a los hombres es, quizás, por el gran componente psicosomático que presentan, como consecuencia de la somatización a nivel genital de diversos trastornos sexuales y psicológicos; teniendo en cuenta que dichos órganos están localizados en la profundidad de la pelvis. Puede presentarse tanto en forma aguda como crónica. Dentro de la primera, se destacan como desencadenantes los procesos infecciosos, rotura o torsión de un quiste de ovario, hemorragia de un mioma, etc. La forma crónica, habitualmente es ocasionada por una endometriosis, mioma de útero no complicado, enfermedad pélvica inflamatoria y adherencias entre los distintos órganos. Es muy importante conocer detalladamente el ritmo menstrual de la mujer, desde la primera a la última menstruación, si es regular o no y la cantidad de sangre que es eliminada, para identificar si se encuentra relacionado con el ciclo menstrual.
TIPOS DE DOLOR
Saber si el dolor que presenta la mujer está relacionado o no con el ciclo menstrual orienta mucho en el diagnóstico de la posible causa.Con fines prácticos puede dividirse al dolor de la pelvis de acuerdo a la relación con el ciclo menstrual en cíclico y no cíclico. El dolor de tipo cíclico es muy común en las mujeres jóvenes en edad fértil. El hecho de que el dolor aparezca con el período menstrual no implica que esté originado en los órganos sexuales, sino que puede deberse a causas extrapélvicas que se irradian a la pelvis. Durante los primeros días del ciclo puede aparecer un dolor tipo cólico en muchos casos, denominado dismenorrea, que se irradia hacia la región lumbar y puede estar asociado a náuseas y vómitos. En el síndrome premenstrual, el dolor o las molestias comienzan una semana antes de la menstruación y finalizan cuando ésta comienza. Cuando ocurre la ovulación, a la mitad del ciclo, puede aparecer un dolor producido por la ruptura del folículo que libera el óvulo. El dolor pélvico no cíclico se observa por ejemplo en caso de un embarazo ectópico o quiste de ovario, asociado a una sensación de tensión abdominal y hemorragia en caso de su ruptura. En el denominado síndrome de congestión pelviana el dolor aparece una semana antes del ciclo menstrual, con una intensa congestión de la sangre en la pelvis, hinchazón del abdomen y las piernas y dispareunia. En la enfermedad pélvica inflamatoria el dolor es en toda la parte baja del abdomen, asociado a un cuadro febril. Las enfermedades del aparato digestivo también lo producen, principalmente en el colon irritable, peritonitis, apendicitis, inflamación de divertículos y la constipación crónica. Las infecciones urinarias y los cálculos renales desencadenan un dolor, intenso muchas veces, en la pelvis y la región lumbar.
TRATAMIENTO
Antes de iniciar cualquier plan terapéutico específico o no, deben agotarse todos los recursos disponibles para identificar la causa responsable del dolor, ya que puede enmascararse la única manifestación clínica de un cuadro de mayor gravedad. Como medidas generales, resulta muy beneficioso en muchos casos evitar los esfuerzos físicos y el sedentarismo prolongado. La realización de prácticas deportivas habituales contribuye también al alivio de muchos cuadros que ocasionan el dolor. Dormir con las piernas ligeramente elevadas, disminuye y alivia la congestión venosa. Los medicamentos analgésicos - antiinflamatorios tipo aspirina, ibuprofeno, naproxeno, diclofenac, etc., son muy eficaces para aliviar este tipo de dolor.
2004

Datos personales